El live action de Lilo y Stitch me hizo sentir que hubo “inclusión forzada”, pero no como te imaginas
NQV 👁📺 donde hablamos de cine, series y otras cosas.
Si pensabas que la polémica por el live action de Lilo y Stitch sería por Stitch, te equivocaste. Esta vez, el debate en redes está girando en torno a un personaje secundario que, aunque parecía irrelevante en la película animada, tenía un propósito narrativo claro: el turista al que se le caía el helado.
Recuerda que este boletín lo hacemos pensando en ti. Si quieres estar al tanto de toooodos los estrenos en streaming y este tipo de conversaciones, suscríbete por solo $20 varitos 💸. Así apoyas este proyecto y te ahorras el scroll infinito buscando qué ver.
Pero primero… ¿a qué se refiere la gente cuando vocifera “inclusión forzada” en internet?
Este término se ha convertido en la excusa favorita de internet para quejarse cada vez que hay personajes racializados, LGBT+ o de cualquier minoría en películas y series. En la mayoría de los casos, la queja no tiene nada que ver con la historia, sino con un rechazo disfrazado de argumento crítico.
Sin embargo, hay algo que pocos consideran: ¿qué pasa cuando un cambio de raza sí afecta el subtexto de la historia?
El turista y la gentrificación en Lilo y Stitch
En la película animada, Lilo fotografía a un turista blanco y estadounidense al que se le cae el helado una y otra vez. Parece solo un gag visual, pero en realidad refuerza un subtexto importante: la gentrificación de Hawái y la forma en que la llegada masiva de turistas ha transformado la isla y desplazado a la población local.
En el tráiler del live action, este personaje ha sido reemplazado por un hombre nativo de Hawái, lo que cambia por completo el significado de la escena. En lugar de mostrar la presencia extranjera como una fuerza invasiva en la isla, la secuencia pierde su crítica original.
Esto también está bueno: Lilo de ‘Lilo y Stitch’ está CANCELADA en Hawái por esta razón
No, esto no es lo mismo que cambiar a La Sirenita o a Blancanieves
Algunos están comparando esto con casos como Halle Bailey como Ariel o Rachel Zegler como Blancanieves, pero la diferencia es clave: en esos casos, el cambio no alteraba el mensaje de la historia. En el caso de Lilo y Stitch, sí.
Imagínalo así: si hicieras Roma de Alfonso Cuarón pero en lugar de una trabajadora doméstica indígena la protagonizara una mujer blanca de clase media, cambiaría todo el punto de la película. Algo similar ocurre aquí.
¿Por qué hicieron este cambio?
Podría haber dos explicaciones:
Pensaron que la raza del personaje no importaba. Un clásico error de Hollywood cuando intentan ser “inclusivos” sin entender el peso narrativo de ciertos detalles.
El personaje tendrá otro rol en la historia. Si esto pasa, el cambio podría estar justificado, pero aún no sabemos si es el caso.
Este caso nos da una nueva perspectiva para deconstruir o resignificar la expresión de la ‘inclusión forzada’. En lugar de verlo como un ataque a la diversidad, podríamos entenderlo como cambios superficiales que, en lugar de aportar algo a la historia, terminan diluyéndola.
La representación importa, pero también importa cómo se hace. No se trata solo de cambiar colores de piel sin pensar en el mensaje de la historia, sino de hacer cambios que realmente aporten algo. Porque si la intención es visibilizar, pero el resultado es invisibilizar un comentario social importante, entonces estamos retrocediendo en lugar de avanzar.
Nota: Si llegaste hasta aquí, una disculpa por el título todo clicbitero, tqm, puedes decirme qué opinas aquí abajo.
La película animada de Lilo y Stitch está disponible en Disney+ mientras que el live action se estrenará en cines el próximo 22 de mayo.